Desde Estudio Tres Jotas, queremos abrir esta ventana denominada Viernes Fotográficos, para adentrarnos un poco en materia de fotografía propiamente dicha. Y lo hacemos comenzando con una desconocida hasta hace bien poco, Vivian Maier.
Vamos a situarnos unos años atrás, concretamente en 2007, una subasta y un joven, John Maloof. Es aquí donde tras el abandono de una vivienda en los 90, se subastan los más de 120.000 negativos encontrados en su antiguo desván. Maloof, historiador de Chicago, pujó por una caja llena de negativos por 400 dólares. Descartados por el momento, Maloof solo empezó a revelar algunos de sus negativos para venderlos en internet, no sabía lo que había comprado hasta que empezó a descubrir el gran tesoro oculto. Se trataba de una colección sobre la vida en las calles de Nueva York y Chicago, entre los años 50 y 60. Allan Sekula, crítico de fotografía, se puso en contacto con Maloof y es entonces cuando comienzan a descubrir a Maier, como la que ahora conocemos. Hoy en día es el propio Sekula, el encargado de revelar nuevas fotografías, coordinar sus exposiciones y darle la identidad que merece.
Vivian Maier, nacida en el barrio del Bronx de Nueva York, de clase social baja, tímida, pero con una mirada fotográfica innata. Trabajó de niñera hasta el resto de sus días, donde no era más que una simple encargada del hogar, lo que le hacía ser aún más invisible, pero guardaba periódicos y revistas sobre exposiciones de fotografía, las cuales visitaba cuando su trabajo le dejaba. Se ha demostrado que aprovechaba sus paseos como niñera y era ahí cuando abría sus ojos a las calles disparando su Rolleiflex: fotografías de niños, ancianos… pero sobre todo del sentir de las calles de Nueva York de esos años, una mirada acorde a la fotografía de su momento. Han servido para demostrar su autoría los cientos de autorretratos: reflejos en espejos, escaparates o en increíbles sombras. La falta de recursos de Maier hizo que no salieran a la luz cientos y cientos de fotografías, una pena en su momento, pero que a día de hoy están viendo la luz poco a poco.
Vivian Maier murió en 2009, dos años después de descubrir su gran legado en Chicago y en la más absoluta de las miserias. A día de hoy es considerada una de las mejores fotógrafas americanas del siglo XX, sin tener nada que envidiarle a fotógrafos como Diane Arbus o Robert Frank.
En la actualidad existen libros donde se puede apreciar su gran legado, así como el documental “Finding Vivian Maier” dirigido por el propio John Maloof y Charlie Siskel, donde es narrado el secreto de esta gran mujer.
Este es un buen ejemplo para aprender a ver la vida de otra manera, conocer la vida de personas como Vivian, la cual sentía la fotografía como algo intrínseco, sin necesidad de una formación, sin estar por encima de nadie y captando el mundo con su cámara de la forma más humilde.